En un panorama saturado de historias de superhéroes perfectos y moralmente inmaculados, tanto la serie The Boys como la película Hancock ofrecen un giro refrescante y sombrío que desafía las normas del género. A primera vista, podrían parecer productos de entretenimiento muy diferentes, pero una mirada más cercana revela sorprendentes similitudes en cómo ambas narrativas abordan la corrupción, la humanidad y la imperfección en el mundo de los superhéroes.
The Boys es una serie de televisión basada en el cómic del mismo nombre creado por Garth Ennis y Darick Robertson. La historia se centra en un grupo de vigilantes, que se propone derribar a los superhéroes corruptos que abusan de sus poderes. En este universo, los superhéroes o “Supers”, son celebridades veneradas lideradas por El Patriota, pero detrás de su fachada heroica, muchos son arrogantes, violentos y corruptos.
El protagonista, Hughie Campbell, se une a The Boys después de que su novia sea brutalmente asesinada por A-Train, un superhéroe con la habilidad de la supervelocidad. Liderados por Billy Butcher, un hombre con un profundo odio hacia los superhéroes, The Boys buscan exponer la verdad detrás de Vought International, la corporación que controla a los superhéroes y oculta sus crímenes. A lo largo de la serie, Hughie y sus compañeros se enfrentan a desafíos mortales mientras intentan derribar el sistema corrupto que mantiene a los superhéroes en el poder.
Hancock es una película de 2008 protagonizada por Will Smith como John Hancock, un superhéroe desaliñado y problemático con un serio problema de relaciones públicas. A pesar de tener poderes impresionantes, Hancock es odiado por la sociedad debido a su comportamiento irresponsable y destructivo. Su vida da un giro cuando conoce a Ray Embrey (Jason Bateman), un experto en relaciones públicas que se ofrece a ayudarlo a mejorar su imagen pública.
Ray trabaja con Hancock para rehabilitar su imagen, lo que incluye pasar tiempo en la cárcel para mostrar arrepentimiento. Durante este proceso, Hancock descubre más sobre su propio pasado y la fuente de sus poderes. La película explora la lucha de Hancock con su identidad, su aislamiento y el impacto de su comportamiento en el mundo que lo rodea. En última instancia, Hancock debe enfrentarse a sus propios demonios y aprender a ser el héroe que la gente necesita.
En The Boys y Hancock, los superhéroes están lejos de ser los modelos de virtud que generalmente se ven en otros medios. En The Boys, los superhéroes son manipuladores, egoístas y, a menudo, peligrosos. La serie no tiene reparos en mostrar cómo el poder corrompe, y cómo la sociedad y las corporaciones encubren sus atrocidades para mantener una imagen pública positiva. Similarmente, Hancock muestra a un superhéroe que es alcohólico, irresponsable y despreciado por el público debido a sus acciones destructivas.
Ambas historias exploran la moralidad de los superhéroes. The Boys desentraña la falsa moralidad de los “Supers” y expone sus verdaderas intenciones, mientras que Hancock profundiza en la lucha interna de un héroe para reconciliar su poder con su necesidad de redención y aceptación. En ambos casos, el público es invitado a cuestionar la verdadera naturaleza de los héroes que normalmente son vistos como intocables.
The Boys ofrece una crítica mordaz de cómo las corporaciones y los medios de comunicación manipulan la percepción pública de los superhéroes, similar a cómo en Hancock, la imagen pública de John Hancock es manipulada por un experto en relaciones públicas para cambiar su percepción. Ambas narrativas reflejan preocupaciones sobre el poder de las grandes corporaciones y la importancia de la imagen sobre la sustancia.
A pesar de sus muchas diferencias, tanto The Boys como Hancock tratan sobre la búsqueda de redención y la lucha por mantener la humanidad frente a grandes poderes. Hancock busca redimirse y ser aceptado, mientras que los personajes de The Boys luchan para revelar la verdad y restaurar la justicia en un mundo corrupto.
Aunque The Boys y Hancock se desarrollan en contextos muy diferentes, ambos ofrecen visiones provocativas y críticas del mundo de los superhéroes. A través de sus enfoques en la corrupción, la moralidad y la redención, estas historias nos invitan a reevaluar lo que realmente significa ser un héroe en un mundo que está lejos de ser perfecto.
The Boys está disponible en Prime Video. Mientras que Hancock se puede disfrutar en Movistar+ o Netflix, dependiendo del país en el que te encuentres.
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