Ubisoft, una de las grandes leyendas de la industria de los videojuegos desde su fundación en 1986 en Francia, ha pasado de ser un referente en la creación de títulos memorables a enfrentar una tormenta de problemas que han sacudido sus cimientos. En octubre de 2024, la situación alcanzó un punto crítico cuando más de 700 trabajadores de su sede francesa se declararon en huelga, sumándose a un cierre de estudio que ha dejado a muchos empleados desconcertados. La incertidumbre sobre el futuro de la compañía y la frustración por sus decisiones empresariales han llevado a esta drástica acción de protesta.
Ubisoft es reconocida por haber creado algunas de las franquicias más queridas de la industria, como Assassin’s Creed, Rayman y Prince of Persia. Sin embargo, la percepción de la compañía ha cambiado drásticamente en los últimos años. Aunque la pausa en el desarrollo de Assassin’s Creed prometía un enfoque más cuidadoso y refinado en sus títulos, el resultado ha sido un cúmulo de problemas que han dejado a la empresa tambaleándose.
Desde el lanzamiento de títulos como Star Wars Outlaws y Assassin’s Creed Mirage, las expectativas de ventas no se han cumplido, lo que ha añadido presión sobre Ubisoft para redirigir sus estrategias. Sin embargo, en lugar de revitalizar sus franquicias clásicas, han optado por seguir un camino más seguro y centrado en el mercado de jugadores casuales, dejando a muchos fans insatisfechos.
El cierre de la división que desarrolló Prince of Persia: The Lost Crown ha sido un golpe duro para los fans y desarrolladores. A pesar de que el juego fue bien recibido por la crítica, con un puntaje de 86 en Metacritic y alabado por su jugabilidad y narrativa profunda, Ubisoft decidió que no cumplía con sus “elevadas expectativas”. Este cierre no solo ha impactado a quienes trabajaron en el proyecto, sino que también ha sembrado la desconfianza entre los empleados sobre el futuro de la empresa.
La decisión parece ir en contra de la lógica, ya que The Lost Crown fue visto como un regreso a las raíces de la franquicia. Con un desarrollo que costó 200 millones de dólares y un retorno de solo 15 millones, es evidente que Ubisoft tenía la sensación de que no sería un éxito comercial. Esta falta de alineación entre la visión creativa y las expectativas comerciales ha llevado a la industria a preguntarse si Ubisoft está más centrada en los beneficios que en la innovación.
La situación se intensificó cuando Ubisoft implementó políticas que obligaban a sus empleados a trabajar al menos tres días a la semana en la oficina. Esta decisión, lejos de promover un ambiente de trabajo colaborativo, provocó un profundo descontento entre el personal. Los trabajadores sintieron que sus preocupaciones no eran tomadas en cuenta y que la compañía no valoraba su bienestar.
La huelga de más de 700 empleados es una manifestación clara de su frustración y una respuesta a lo que consideran un trato injusto. En medio de un panorama de cierre de estudios y presión por cumplir con exigencias poco realistas, los empleados han levantado la voz. A pesar de que Ubisoft argumenta que estas medidas son necesarias para fomentar la creatividad, la respuesta ha sido precisamente la contraria: un descontento creciente que amenaza con paralizar aún más a la compañía.
Con Assassin’s Creed Shadows y Star Wars Outlaws bajo la lupa por su desempeño, Ubisoft se encuentra en una encrucijada. Las crecientes tensiones internas, los cierres de estudio y la falta de comunicación efectiva con sus empleados han llevado a la compañía a un momento crítico. La posibilidad de una compra por parte de Tencent, una poderosa empresa desarrolladora, añade otra capa de incertidumbre sobre la dirección futura de Ubisoft.
La crisis actual de Ubisoft no solo amenaza su legado en la industria, sino que también pone de manifiesto un problema más amplio: la desconexión entre la creatividad y las exigencias comerciales. La presión por entregar títulos que generen grandes beneficios puede estar asfixiando la innovación que una vez definió a esta compañía. Sin un cambio en su enfoque, es posible que el nombre de Ubisoft, que alguna vez resonó con admiración, termine siendo recordado con nostalgia.