Desde hace algunos años, las producciones dramáticas de origen turco y coreano han acaparadoel gusto de los televidentes. Específicamente, las telenovelas hechas en estos países tan lejanos culturalmente han enganchado al público occidental. La evidencia más palpable es la gran oferta que brindan las plataformas de streaming e incluso algunas cadenas nacionales. Aquí te contamos las razones por las que sentimos atracción por esos formatos.
Índices de popularidad
Los números no mienten, y es por ello que se habla de un fenómeno mundial. Las primeras en acaparar las audiencias fueron las telenovelas y series turcas. Con un público centrado en los adultos mayores, los canales españoles apostaron por este tipo de dramas que venían gozando de gran popularidad en plataformas como Netflix. Por ejemplo, en Antena 3 se transmiten varias producciones turcas y cuatro de ellas figuran en su top 10. En 2022 la serie más vista fue Infiel, que contaba con 1,7 millones de espectadores. Similar éxito consiguió Tierra amarga.
Desde Corea
La ola coreana es la más reciente en la TV nacional, pero ya había causado revuelo en Netflix. Series como Woo, una abogada extraordinaria acapararon los records de audiencia y abrieron paso a los K-drama, como se conoce popularmente a las telenovelas de Corea. Datos estadísticos señalan que entre 2018 y 2022 se triplicó la audiencia de estas producciones en la plataforma. Es por ello que estiman una inversión de 2 500 millones de dólares (en cuatro años) para producir series, novelas y películas en Corea.
Entretenimiento que reconforta
Son varias las razones que esgrimen expertos sobre el auge de las series hechas en Corea y Turquía. Una de las más importantes es que simplemente nos hacen sentir bien. Durante la pandemia se empezaron a popularizar y momento en el que muchas personas buscaban historias que fuesen reconfortantes. Estos dramas poseen una narrativa sencilla y emocional, y los hay para diversos tipos de audiencia.
Desde hace algunos años, las producciones dramáticas de origen turco y coreano han acaparadoel gusto de los televidentes. Específicamente, las telenovelas hechas en estos países tan lejanos culturalmente han enganchado al público occidental. La evidencia más palpable es la gran oferta que brindan las plataformas de streaming e incluso algunas cadenas nacionales. Aquí te contamos las razones por las que sentimos atracción por esos formatos.
Índices de popularidad
Los números no mienten, y es por ello que se habla de un fenómeno mundial. Las primeras en acaparar las audiencias fueron las telenovelas y series turcas. Con un público centrado en los adultos mayores, los canales españoles apostaron por este tipo de dramas que venían gozando de gran popularidad en plataformas como Netflix. Por ejemplo, en Antena 3 se transmiten varias producciones turcas y cuatro de ellas figuran en su top 10. En 2022 la serie más vista fue Infiel, que contaba con 1,7 millones de espectadores. Similar éxito consiguió Tierra amarga.
Desde Corea
La ola coreana es la más reciente en la TV nacional, pero ya había causado revuelo en Netflix. Series como Woo, una abogada extraordinaria acapararon los records de audiencia y abrieron paso a los K-drama, como se conoce popularmente a las telenovelas de Corea. Datos estadísticos señalan que entre 2018 y 2022 se triplicó la audiencia de estas producciones en la plataforma. Es por ello que estiman una inversión de 2 500 millones de dólares (en cuatro años) para producir series, novelas y películas en Corea.
Entretenimiento que reconforta
Son varias las razones que esgrimen expertos sobre el auge de las series hechas en Corea y Turquía. Una de las más importantes es que simplemente nos hacen sentir bien. Durante la pandemia se empezaron a popularizar y momento en el que muchas personas buscaban historias que fuesen reconfortantes. Estos dramas poseen una narrativa sencilla y emocional, y los hay para diversos tipos de audiencia.