No es novedad que “Doctor Who” se ha caracterizado por presentar villanos que transgreden lo humano y lo tangible, como los Daleks o los Cybermen, cuyo solo diseño ya es un ícono de terror. Sin embargo, entre las figuras más aterradoras se encuentran aquellas que comparten nuestra misma forma, destacándose varias mujeres que no solo asumieron el papel de malvadas, sino que parecían disfrutarlo. Estas villanas han causado un impacto mayor que cualquier Dalek o Cyberman, demostrando que el mal a menudo viene con un rostro familiar y, a veces, encantadoramente perverso.
Roseanna Calvierri, interpretada magistralmente por Helen McCrory, es el epitome de una villana con una elegancia mortal. Aunque a simple vista parecía una bella dama humana, en realidad era una Saturnyn con forma de pez que utilizaba un filtro de percepción para camuflar su verdadera naturaleza depredadora. Su historia se despliega en Venecia, donde, junto a su descendencia, convertía a jóvenes en criaturas similares a vampiros. Aunque sus acciones eran para asegurar la supervivencia de sus hijos, el Doctor tuvo que detenerla, culminando en su trágica muerte a manos de su propia prole.
Mrs. Gillyflower, encarnada por Diana Rigg, representa la depravación llevada al extremo. Esta villana no solo experimentó con su propia hija, cegándola y manipulándola emocionalmente, sino que planeaba aniquilar a la humanidad entera para crear un nuevo mundo con sus elegidos. Su final llega cuando, en un último intento de redención, su hija Ada le niega el perdón, muriendo sin arrepentimiento y con una sonrisa de orgullo ante la inquebrantable determinación de su progenitora.
Cassandra, interpretada por Zoe Wanamaker, fue la primera villana femenina en el reinicio de la serie y no podría haber sido más memorable. Reducida a un mero trozo de piel por excesivas cirugías plásticas, Cassandra era vanidad y maldad personificadas. Aunque inicialmente muere por falta de humedad, regresa para enfrentarse nuevamente al Doctor, revelando una faceta más trágica de su existencia antes de encontrar un final pacífico en sus propios brazos.
La Duquesa, a quien da vida Indira Varma, se revela no como la noble que aparenta, sino como una Chuldur, una alienígena que se disfrace literalmente de humano. Su confrontación con el Doctor y su compañero Rogue termina en sacrificio y tragedia, dejando una de las huellas más dolorosas en el corazón del Doctor.
Margaret Slitheen, con Annette Badland en el papel, mostró que haría cualquier cosa para salvar su propio pellejo. Convertida en huevo de Slitheen tras un encuentro con el corazón de la TARDIS, Margaret recibe una segunda oportunidad, aunque el debate sobre si la merecía sigue abierto entre los fans.
“Doctor Who” no sería lo mismo sin sus antagonistas, y las villanas, en particular, han jugado un papel crucial en dar forma a las complejidades de la serie. Cada una, con su propia historia única y motivaciones profundamente arraigadas, no solo pone a prueba al Doctor, sino que también refleja los matices oscuros de la sociedad. Personajes como Missy y Roseanna Calvierri destacan no solo por su maldad, sino por la humanidad que se entreve en sus actos, forzando a los espectadores a cuestionar la naturaleza del bien y del mal.
Comparándolas con villanos de otras series, las villanas de “Doctor Who” sobresalen por su capacidad de ser memorables incluso con menos tiempo en pantalla. A diferencia de los antagonistas típicos, estas villanas a menudo tienen objetivos que son emocionalmente complejos y éticamente ambiguos, ofreciendo un espejo a las luchas internas que todos enfrentamos. Esto las convierte en figuras icónicas que, temporada tras temporada, continúan resonando en la cultura popular.
Las villanas de “Doctor Who” son tan variadas como formidables, desde La Rani, una Señora del Tiempo despiadada, hasta Missy, la encarnación femenina del Maestro que se ganó el corazón de los fans. Cada una de ellas no solo desafía al Doctor, sino que también enriquece el vasto universo de la serie con sus oscuras historias. Aunque algunas como Tecteun y Madame Kovarian llevaron la maldad a niveles casi personales, afectando directamente al Doctor y sus más cercanos, lo que reafirma que, en “Doctor Who”, las mayores amenazas pueden venir de los lugares más inesperados y con los rostros más conocidos.
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